La corbata es un accesorio que forma parte de nuestras vidas en momentos concretos: trabajo, bodas, eventos…

¿Cuál es la historia de la corbata?

El origen de la corbata se encuentra en el Antiguo Egipto. Cabe destacar que no se utilizaba con el mismo propósito con el que se usa hoy en día. Esta prenda tenía como objetivo que la diosa Isis protegiera al fallecido en la otra vida.

Por otra parte, en la Antigua Roma, los oradores las utilizaban para protegerse del frío. Más a modo de pañuelo o bufanda que de corbata.

El inicio real de la corbata lo encontramos en Croacia. En época de guerra, las mujeres ofrecían sus pañuelos a sus maridos o a los jóvenes para que éstos los llevaran al cuello a modo de protección y recuerdo.

Este pañuelo simbolizaba que alguien los esperaba en casa. A la vuelta de la guerra, devolvían los pañuelos a sus dueñas como símbolo de una “misión cumplida”. Si el hombre fallecía en el campo de batalla, sus compañeros eran los encargados de traer de vuelta el pañuelo para honrar la memoria del caído.

Estos pañuelos se llamaron “croattas”.

Durante el reinado de Luis XIV de Francia, se adoptó esta costumbre croata, que dio lugar a las corbatas. El rey diseñó un pañuelo con la insignia real llamado “cravette”. Desde este momento, la corbata ha sido un símbolo de elegancia, aunque no contaba con la forma típica que todos conocemos. En 1924, Jesse Langsdorf patentó el diseño actual.

¿A qué altura debe llevarse la corbata?

La posición ideal para la corbata es cuando el pico de la pala ancha roza el cinturón. Si queremos parecer más altos se puede colocar un poco más alta. Por el contrario, si queremos parecer más bajitos, la pondremos un poco más baja.

Si hay algo que es fijo para cualquier altura es que la pala pequeña no debe sobresalir por debajo de la grande en ningún momento.

¿Qué color de corbata me pongo?

Cada color transmite una serie de valores, se llama psicología del color. Te recomendaremos el uso de un color u otro en función de las ideas y valores que quieras transmitir.

  • Verde. El color de la naturaleza y el optimismo. Es bastante llamativo.
  • Azul. Transmite tranquilidad, éxito y confianza.
  • Rosa. El color de la inocencia y la bondad. También de alegría y juventud, aunque ofrece un toque conservador.
  • Violeta. Transmite experiencia y calma. El violeta claro transmite modernidad, mientras que el oscuro aporta protagonismo.
  • Gris y negro. El color perfecto para pasar desapercibido.
  • Rojo. El color rojo siempre transmite fuerza, pasión, poder y valor. Es un color perfecto para llamar la atención y transmitir una personalidad activa.
  • Naranja y amarillo. El color del optimismo y la vitalidad. Es recomendable que no sea demasiado intenso.

¿Qué color eliges?

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